Hendir la piedra.

Me llaman «extraído de la tierra», pero sólo soy una ausencia. Ni espíritu ni carne, sólo un dibujo que dice que me moví o que me he estremecido con el viento. Podría ser un engaño, una forma casual que se parece a otra forma casual. Aquí, expuesto, ningún familiar me reconocería, ningún cuerpo querría alimentarse de mí. No es que hayan desaparecido los miedos, nunca estuvieron; fueron temblor y ardid, dilaciones de lo que ya no es y sólo fue probablemente. Ni el olor, ni el tiempo es el mismo y de lo que no existió no guardo ni su deseo. Mi vida es piedra y mi forma una conjetura. Este es el cuerpo que tuve y que no he podido dejar. Si ha quedado algo, no soy yo y esta voz con la que hablo tampoco podrá hendir la tierra en mi busca.

Imagen de Gema Hernández Correa . Gracias.